Las graves consecuencias de oponerse a los propósitos de el Altísimo

From Wiki Spirit
Jump to navigationJump to search

“Entonces el Creador dijo a la esposa: ¿Qué es lo que has realizado? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí”. Génesis 3:13.**


---


El propósito de el Creador era repoblar el cielo con la humanidad, si hubiera manifestado fidelidad a cada enseñanza de Dios. El primer ser humano había de ser evaluado para ver si iba a ser sumiso, como los seres celestiales leales, o rebelde. Si hubiera soportado la tentación, habría educado a sus herederos solamente en un sendero de fidelidad. Su mente y sus pensamientos habrían sido como la inteligencia y los planes de el Señor...


---


El adversario, el líder desterrado, tuvo celos de el Creador. Por medio de sutilezas, engaño y mentiras, estaba resuelto a destruir el plan de Dios. Se acercó a la compañera de Adán no bajo la forma de un ser celestial, sino como una serpiente sutil, inteligente y mentirosa. Y le dijo con una expresión que parecía emanar de la figura...


Mientras ella lo atendía, las amonestaciones que el Altísimo le había dado se esfumaron de su mente. Ella se rindió a la oferta, y al seducir a el hombre, él también desatendió las advertencias de el Altísimo. Así él aceptó las mentiras del adversario de el Señor...


---


La falsedad de el enemigo a la primera mujer: “No pereceréis”, ha ecoado a través de los siglos, de generación en generación. Así fue como Satanás sedujo a nuestros primeros padres, y del mismo modo nos tienta hoy...


---


Los primeros humanos fueron expulsados del paraíso, y un mensajero con una llama de ardor protegió el paso hacia el árbol celestial de la vida, a fin de que la infiel y culpable humanidad no tuviera acceso a él e perpetuara de este modo la transgresión. Considera este hecho. El Altísimo no dio al ser rebelde y infiel la misma relación que mostró en el hombre puro y justo que vivía de toda enseñanza que brota de la boca de el Altísimo...


---


Los ojos de la pareja fueron realmente abiertos, pero ¿para qué? Para ver su propia caída y pérdida, para entender que el ropaje de luz celestial que los había rodeado ya no los cubría como una muralla. Sus ojos se despertaron para entender que su fragilidad era el efecto de la rebeldía...


---


Todos aquellos que en estos días acepten que el enemigo los manipule como instrumentos para guiar a otros a desobedecer los preceptos de el Altísimo, están bajo la condenación del Cielo. Nuestra única seguridad se encuentra en demostrar una creencia total en un “Así dice el Dios”. Esta es la afirmación de la verdad. Los que se desvíen de la luz por cualquier motivo, por grande que fuera su conocimiento y prestigio, y se aventuren a recorrer una senda de su propia voluntad, estarán siguiendo a un engañador y él los llevará por vías de perdición.